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MALLORCA
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El vino mallorquín no deja indiferente a nadie. Son vinos que muchos sumilleres han calificado de limpios, con aromas sinceros en los que se puede identificar las variedades de uva de la que proceden. En su libro Historia Natural, Plinio el Viejo destacaba los caldos de las islas y los comparaba con sus homónimos romanos, por su calidad y excelencia.
Llucmajorfue una de las primeras zonas pobladas de la isla, y también una de las primeras en las que se inició el cultivo de la vid.
Las bodegas Vi Rei son buena muestra de que la tradición vinícola no se ha llegado a perder jamás, y que en la actualidad es uno de los centros productores más importantes de Mallorca.
Se plantaron variedades autóctonas como Premsal Blanc, Manto Negro, Callet y Giró Ros, además de algunas internacionales de alta categoría como Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Malvasia, Sauvignon Blanc o Chardonnay. Se ocuparon unas 100 hectáreas de terreno que, desde entonces, produce unos de los mejores vinos de Mallorca.
Uno de los secretos de la elección de esta plantación es su cercanía con el mar. Además, no llueve en exceso y el sol luce la mayoría de los días del año. Las propiedades del suelo también combinan factores ideales para que e cultivo de la vid se realice en las mejores condiciones.
Los resultados son vinos que reflejan su origen mallorquín, auténticos y con carácter.
Vi Rei sigue, además, siete reglas irrompibles para elaborar sus caldos:
Las catas de vino han cambiado mucho y ahora se ofrecen auténticas experiencias enológicas a los visitantes. En bodegas Vi Rei se ofrece un amplio abanico de experiencias.
Una de las más originales es el Chocowine, un llamativo maridaje de vino y chocolate de diferentes procedencias que atraen por igual a los amantes del chocolate como a los del vino.
Los paladares más clásicos pueden optar por una cata ibérica, en la que los vinos se degustan y acompañan con jamón serrano recién cortado y un surtido de embutidos que satisfarán a los más exigentes.
Y por supuesto, puedes recorrer los viñedos en el emblemático trenecito que parte del portal de las bodegas. Durante el trayecto se explican las variedades más importantes de uva, tanto mallorquinas como internacionales, además de e ciclo anual de la vid y su cultivo. El tren os llevará a la zona de producción, donde se visita la sala de fermentación, la de barricas y la de embotellado y la visita finaliza, como no, en la zona de catas.
Una excursión diferente, especialmente pensada para los poco amantes de las caminatas y de subir a las montañas, pero que invita a salir de casa y conocer un espacio diferente y lleno de posibilidades.
¿Os gusta el plan? Leed esta entrada donde os proponemos otras originales salidas.
Gastronomía y Cocina