Oficios tradicionales de Mallorca: un patrimonio vivo que descubrir desde Mon Port Hotel & Spa
Mallorca no es solo mar, calas y montaña. La isla guarda una riqueza cultural que se manifiesta en sus oficios tradicionales, muchos de ellos aún vigentes y transmitidos de generación en generación. Desde Mon Port Hotel & Spa, en Port d'Andratx, es fácil emprender un viaje corto, pero profundamente revelador hacia los oficios que han dado forma a la Mallorca rural y artesanal: la llata, la cerámica, la piedra en seco, el aceite y la miel.
Este artículo propone un recorrido por algunos de los oficios más representativos, accesibles y auténticos de la isla, perfectos para disfrutar en invierno.
La llata: el arte de trenzar palmito
La llata es uno de los oficios más emblemáticos de Mallorca. Consiste en trenzar hojas de palmito (garballó), la única palmera autóctona de las Baleares, para elaborar cestas, bolsos, capazos y objetos decorativos.
El municipio de Capdepera, aunque más alejado, es uno de los centros históricos de esta artesanía. Pero también en pueblos cercanos a Andratx pueden encontrarse talleres y pequeñas tiendas que mantienen viva esta tradición.
La llata se utilizaba durante siglos para tareas agrícolas, pesca y vida doméstica. Hoy, forma parte del diseño sostenible y del regreso a los materiales naturales.
Más información sobre artesanía balear:
https://www.caib.es/sites/artesaniaib
Cerámica mallorquina: barro, tradición y color
La cerámica es otro oficio ancestral. En Pòrtol y Marratxí se encuentran algunos de los alfares más antiguos de la isla, conocidos por su trabajo en barro rojo y por los icónicos siurells, pequeñas figuras silbadoras pintadas a mano en blanco, verde y rojo.
Estos talleres mantienen una producción artesanal que puede visitarse. Observar al maestro alfarero trabajar en el torno es una experiencia profundamente mediterránea, y muchos establecimientos permiten adquirir piezas únicas: platos, jarras, lámparas o siurells tradicionales.
Información oficial del municipio ceramista por excelencia:
https://www.ajmarratxi.net
La piedra en seco: un patrimonio reconocido por la UNESCO
La piedra en seco no es solo un oficio: es uno de los símbolos más claros de la identidad mallorquina. Muros, terrazas agrícolas, caminos empedrados y refugios de pastores se han construido durante siglos sin cemento, únicamente encajando piedra sobre piedra con una precisión extraordinaria.
Esta técnica fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2018.
Muy cerca de Port d'Andratx, en zonas como Sa Coma, Sant Elm o S'Arracó, se pueden observar magníficos ejemplos de piedra en seco, especialmente en muros y bancales que dan forma al paisaje.
Información sobre la piedra en seco y la Serra de Tramuntana:
https://serradetramuntana.mallorcadigital.org/pedra-en-sec
El aceite: almazaras tradicionales y olivares centenarios
El cultivo del olivo ha sido esencial en la economía de la isla desde época romana. Algunas almazaras tradicionales continúan elaborando aceite con métodos que combinan maquinaria moderna y técnicas antiguas.
En la zona de Caimari y Selva, no muy lejos de Andratx, es posible visitar almazaras donde se explica el proceso, desde la recogida manual de la aceituna hasta la obtención del aceite virgen extra. Estas visitas suelen incluir degustación y venta directa al productor.
Más sobre rutas del aceite en Mallorca:
https://illesbalears.travel
La apicultura: la miel mallorquina
La miel es otro producto profundamente ligado a la tradición local. Mallorca produce miel de romero, azahar, tomillo, almendro o flores silvestres, dependiendo de la zona y la temporada. Algunos apicultores ofrecen visitas guiadas para conocer el proceso de producción, la importancia de las abejas y la singularidad de la miel insular.
La apicultura forma parte de los oficios mediterráneos que mejor conectan gastronomía y paisaje.
Una ruta cultural perfecta desde Mon Port
Descubrir los oficios tradicionales de Mallorca permite conocer una isla más íntima y auténtica. Es un recorrido que une naturaleza, historia, diseño artesanal y gastronomía local. Después de una jornada cultural, regresar a Mon Port Hotel & Spa ofrece el descanso perfecto: jardines, spa, silencio y el ambiente cálido de Port d'Andratx en invierno.
Mallorca sigue viva en sus manos: en las que trenzan, moldean, tallan, apilan piedra o extraen aceite. Y desde el suroeste, está más cerca que nunca.