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El Roscón de Reyes es uno de los dulces más populares de los primeros días de enero y aunque está muy relacionado con la fiesta religiosa de la Epifanía, sus orígenes se remontan a la Antigua Roma, en las llamadas fiestas de las Saturnales.
En España se recogen testimonios de la elaboración de los roscones de Reyes desde la edad media, así como en Francia, donde se cocinaba el tradicional Galette des rois, pero también en países de habla hispana de Sudamérica como México. En esa época era costumbre esconder pequeños tesoros dentro de la masa, como monedas o anillos. En la corte francesa estos regalos solían ser de gran valor.
¿Y por qué se le llama Roscón de Reyes? Pues por su forma redonda y la decoración tradicional con frutas escarchadas, piñones, almendras laminadas… que parecen emular una corona real, muy elegante y enjoyada.
Y por supuesto, un Roscón de Reyes no sería lo mismo si no escondiera en su interior una figura de un pequeño rey de cerámica. La contraposición de esta figurita es el haba, de tal manera que quien encuentra el primero se considera afortunado y es coronado rey por un día, mientras que quien tropieza con el haba debe pagar el Roscón.
Lo más habitual es encargarlos en una pastelería para disfrutarlos como postre el día de Reyes, pero muchos se preguntan cómo se podría elaborar este pastel en casa.
Os damos algunas pistas.
Lo más importante es saber que se trata de una masa de bollo a la que se da forma de rosca, pero se diferencia de otros pasteles en los tiempos de levado, que son bastante largos.
La masa se elabora a base de harina de fuerza, levadura, huevos, leche azúcar, pieles de cítricos y, por supuesto, agua de azahar. Este es el “ingrediente secreto” que le da al roscón su sabor característico y que se utilizaba, especialmente, para calmar los nervios de los niños la noche de Reyes.
Las coberturas son muy diversas. Está la tradicional, con frutas escarchadas, pero también se hacen roscones cubiertos de chocolate espejado, glaseados diversos, agua de rosas… e incluso bombones y chucherías al gusto de los más pequeños.
El relleno también va a gusto del consumidor y puede ser liso, sin nada, o con trufa, nata, mermelada o chocolatinas diversas.
Nos encantan las tradiciones y los dulces de esta época, si te apetece dar un repaso por los mercadillos que todavía puedes encontrar en Mallorca, te recomendamos que visites esta entrada.
Gastronomía y Cocina